Nuestro planeta Tierra y cada ser vivo que lo habitamos, estamos pasando por una etapa de cambios en todos los niveles, especialmente en el espiritual. Estos cambios de repente se convierten en torbellinos y a veces en tempestades o ciclones; es el caos que deriva en desequilibrio, desarmonía y discordia. Es la coyuntura, la oportunidad de trasmutarnos.
En el caos también existe el orden. El orden inicia en nuestro interior, ordenar la mente, alinear nuestros pensamientos y emociones que nos conduzcan al equilibrio y armonía. Es mantenernos en nuestro centro donde está nuestra fuente brotante creativa, poderosa, pletórica de Luz; es como estar en el centro del huracán, dominando nuestro centro, conquistándonos, como el escultor, el arquitecto de su propia obra.
Esta fuente es el Amor puro, al Amor Universal, más allá del blanco y del negro, más allá de lo positivo y negativo, es el capitán, el piloto que navega conduciendo su nave a buen puerto. Entre orden y el caos está el artesano, el diseñador, tu Yo Soy, tu centro, tu Maestro, tu Diamante.
En el caos también existe el orden. El orden inicia en nuestro interior, ordenar la mente, alinear nuestros pensamientos y emociones que nos conduzcan al equilibrio y armonía. Es mantenernos en nuestro centro donde está nuestra fuente brotante creativa, poderosa, pletórica de Luz; es como estar en el centro del huracán, dominando nuestro centro, conquistándonos, como el escultor, el arquitecto de su propia obra.
Esta fuente es el Amor puro, al Amor Universal, más allá del blanco y del negro, más allá de lo positivo y negativo, es el capitán, el piloto que navega conduciendo su nave a buen puerto. Entre orden y el caos está el artesano, el diseñador, tu Yo Soy, tu centro, tu Maestro, tu Diamante.
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