¿Y cómo reaccionamos ante el problema? ¿cómo interpretamos lo que nos pasa? ¿lo vemos como una calamidad o una oportunidad para ser mejores y más fuertes?. En otras ocasiones, ante los retos, quizá aparece el desaliento, el desánimo, el enojo y tal vez la frustración. El desánimo o desaliento pudieran tirarnos a la lona, esta representa la derrota; si nos quedamos tirados, la derrota se convierte en fracaso, por el contrario, si nos levantamos con nuevos bríos, decididos e impulsando nuestra voluntad, la derrota entonces es pasajera y evitamos atorarnos en el fracaso. Date cuenta que cuando estamos en la derrota, tenemos experiencia porque antes hemos ganado. Valora lo que verdaderamente eres y en lo que te puedes convertir, valora tu inteligencia, creatividad y sabiduría para producir denuedo, esperanza, entusiamo y valentía, las cuales son las inyecciones para conbatir y vencer al desánimo.
